Els Casalicis dels Sants Patrons es una tradición profundamente arraigada en la ciudad de Alzira, en la provincia de Valencia, España. Se trata de una festividad que celebra a los santos patronos de la ciudad, San Bernardo, Santa María y Gracia, y su estrecha vinculación con el patrimonio cultural y religioso del municipio.

La devoción a estos santos se remonta a la Edad Media, cuando se empezó a venerar a San Bernardo, Santa María y Gracia como los protectores de Alzira. De acuerdo con la tradición, los tres santos fueron martirizados en tiempos de la dominación musulmana, y se les atribuyen numerosos milagros. Esta devoción ha perdurado a lo largo de los siglos, consolidándose como una parte esencial del patrimonio espiritual de la ciudad.

Els Casalicis dels Sants Patrons son pequeñas capillas o altares (casalicis en valenciano) dedicados a los santos patronos. Estas capillas suelen situarse en lugares destacados de la ciudad, como plazas, esquinas o calles importantes, y constituyen una manifestación visible de la fe popular de los alzireños.

Durante las festividades, estos casalicis son adornados con flores, velas y otros elementos decorativos, y los ciudadanos organizan procesiones y actos religiosos que giran en torno a ellos. En estas celebraciones, los vecinos suelen reunirse para rendir homenaje a los santos, agradeciendo su protección y pidiendo su intervención para bendecir a la ciudad.

La fiesta de los Santos Patronos de Alzira se celebra anualmente en torno al 23 de julio. Durante esta fecha, la ciudad se engalana y se realizan diversas actividades, como misas solemnes, procesiones y actos culturales. Los casalicis tienen un papel central en estas celebraciones, ya que son los puntos de referencia de las ofrendas y las visitas de los fieles.

Els Casalicis dels Sants Patrons representan un aspecto muy significativo del patrimonio cultural y religioso de Alzira, simbolizando la devoción histórica de la ciudad a San Bernardo, Santa María y Gracia, quienes son considerados los protectores de la comunidad desde tiempos remotos.

Ubicación de las Estatuas de los Santos Patronos

En Alzira, las estatuas de los Santos Patronos —San Bernardo, Santa María y Gracia— están ubicadas en la Plaça del Sants Patrons, en el centro de la ciudad. Esta plaza es uno de los principales puntos de referencia de la ciudad, ya que es donde se rinde homenaje a los tres santos con mayor devoción.

En castellano, estas estatuas y el conjunto de las capillas son conocidas como Los Casilicios de los Santos Patronos. La palabra “casalici” o “casilicio” en valenciano y en castellano se refiere a pequeños templetes o capillas que contienen imágenes religiosas, en este caso las de los santos patronos de Alzira. Estos casilicios son elementos importantes del paisaje urbano de Alzira, y durante las fiestas patronales, se decoran de manera especial para las celebraciones.

Cada una de las estatuas representa a uno de los tres santos patronos:

1. San Bernardo: El hermano mayor de las santas y patrón de la ciudad.

2. Santa María: Una de las hermanas de San Bernardo, también conocida como Santa María la Virgen.

3. Santa Gracia: La hermana más joven, junto con Santa María, venerada por su martirio.

Los casilicios, además de estar presentes en la Plaça del Sants Patrons, también pueden encontrarse en otros puntos de la ciudad como parte de las procesiones y otras tradiciones locales, dependiendo de las festividades y el contexto cultural de la ciudad.

¿Qué son los Casalicis?

Los Casalicis (o Casilicios en castellano) son pequeños templetes o altares dedicados a los Santos Patronos de Alzira: San Bernardo, Santa María y Santa Gracia. Estos santos, venerados desde la Edad Media, representan el corazón espiritual de la ciudad, y su devoción se refleja en capillas que se encuentran en distintos puntos de Alzira, siendo la más icónica la que se encuentra en la Plaça dels Sants Patrons, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.

Estos casalicis son adornados especialmente durante las festividades religiosas en julio, cuando Alzira celebra a sus santos protectores. Durante este tiempo, las calles se llenan de ofrendas, flores y procesiones que giran en torno a estos monumentos. Es una tradición viva que no solo conecta a los alzireños con sus raíces, sino que también actúa como un reclamo turístico para quienes desean conocer el patrimonio espiritual y artístico de la ciudad.

Alzira es una ciudad rica en tradiciones, y la veneración a sus Santos Patronos es una pieza clave de ese mosaico. Al igual que otras festividades religiosas como la Semana Santa o las Fallas en Valencia, la celebración de los Santos Patronos puede ser un atractivo cultural de primer orden, especialmente en el marco de una promoción turística. Además, en un momento en el que los turistas buscan experiencias más auténticas y personalizadas, Alzira ofrece un recorrido espiritual y cultural que puede enriquecer la oferta de la región valenciana.

Significado y valor patrimonial

Las estatuas de San Bernardo, Santa María y Santa Gracia que se encuentran en la Plaça dels Sants Patrons de Alzira fueron inauguradas en el año 1947. Estas esculturas fueron colocadas en conmemoración del 700 aniversario de la conquista cristiana de la ciudad por el Rey Jaime I en 1242, un hecho histórico que marcó el fin de la dominación musulmana en la región y la consolidación del cristianismo en Alzira.

La creación de estas estatuas fue una iniciativa impulsada por la devoción local hacia los tres santos mártires, quienes, según la tradición, murieron durante la dominación musulmana por su fe cristiana. El escultor encargado de realizar las estatuas fue José Capuz, un destacado artista valenciano reconocido por su habilidad para esculpir figuras religiosas. Las esculturas de los Santos Patronos en la plaza se erigieron como un homenaje permanente a la protección espiritual que los alzireños siempre han atribuido a San Bernardo, Santa María y Santa Gracia.

Desde su colocación en 1947, las estatuas han sido el epicentro de numerosas celebraciones religiosas y cívicas en Alzira, y continúan siendo uno de los símbolos más representativos de la ciudad.