La Guardia Civil ha detenido en Valencia a tres personas acusadas de ser los responsables de dos “granjas de humanos”. Estas “granjas” consistían en pisos donde mantenían retenidas a personas vulnerables en condiciones de vida deplorables. Los detenidos, dos hombres de 30 y 35 años y una mujer de 30, se dedicaban a localizar a personas en situación de extrema vulnerabilidad, les quitaban sus documentos y controlaban sus cuentas bancarias y propiedades. Se les acusa de delitos de extorsión, blanqueo de capitales y pertenencia a una organización criminal.

Detalles de la operación
La banda operaba principalmente en las comarcas de L’Horta y La Ribera de Valencia. Las víctimas, en su mayoría personas con adicciones o graves problemas psíquicos, eran captadas por la organización para luego ser explotadas. Estas personas solían estar aisladas socialmente, sin contacto familiar, o al borde de la indigencia. Una vez capturadas, eran forzadas a vivir en dos viviendas en Torrent, donde eran golpeadas, retenidas y manipuladas para que firmaran documentos legales que permitían a la banda acceder a sus bienes y gestionar hasta 11 vehículos de alta gama.

El líder de la banda elegía a las víctimas y utilizaba la intimidación y violencia física, incluso armas de fuego, para mantener el control sobre ellas. Su pareja colaboraba en mover el dinero robado entre varias cuentas bancarias. La investigación comenzó tras el desalojo de viviendas ocupadas en Monserrat, donde la Guardia Civil encontró a algunas de las víctimas en condiciones miserables.
El final de la operación
La detención de los responsables tuvo lugar el pasado 7 de octubre en Torrent, gracias a una operación de la Guardia Civil en la que participaron los agentes de Seguridad Ciudadana, el Grupo de Reserva y Seguridad, y un perro especializado en la detección de armas. Durante los registros en las viviendas, se liberaron a las siete personas retenidas, que necesitaban asistencia médica y social. Las víctimas fueron trasladadas a los servicios sociales del Ayuntamiento de Torrent para recibir atención sanitaria y psicológica.

Además de liberar a las víctimas, los agentes encontraron documentación relacionada con los crímenes, junto con un arma de fuego que se usaba para amenazar y someter a las personas explotadas. Los detenidos fueron puestos a disposición judicial, y, tras su comparecencia ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Picassent, fueron puestos en libertad provisional mientras continúa la investigación.

