Tres personas, dos hombres y una mujer de entre 20 y 35 años, de nacionalidad española, fueron detenidas por la Policía Nacional tras un altercado violento en las inmediaciones del estadio Mestalla al finalizar el partido entre el Valencia y el Real Madrid. El enfrentamiento se originó cuando seguidores de ambos equipos se cruzaron al abandonar el recinto deportivo, provocando un clima de tensión que culminó en agresiones físicas.

El incidente tuvo lugar alrededor de las 23:15 horas, momento en el que agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) intervinieron para controlar la situación. Según fuentes policiales, uno de los detenidos comenzó la agresión al propinar un puñetazo a un agente, lo que llevó a su inmediata reducción. Mientras se realizaba esta acción, los otros dos detenidos reaccionaron de manera violenta, lanzando patadas, puñetazos y un mordisco que causó lesiones a un policía.

Cuatro agentes de la Policía Nacional requirieron atención médica tras el enfrentamiento, destacando la gravedad del mordisco que sufrió uno de ellos en el brazo. Las lesiones han reavivado el debate sobre la seguridad y los riesgos que enfrentan los efectivos policiales en eventos deportivos de gran afluencia, especialmente en contextos de alta rivalidad entre aficiones.

Durante la detención, se descubrió que uno de los implicados portaba sustancias estupefacientes, lo que podría añadir cargos adicionales a los detenidos. Las acusaciones incluyen atentado a agentes de la autoridad y posibles infracciones relacionadas con la posesión de drogas. Este hecho agrava la preocupación sobre el comportamiento violento de algunos asistentes en este tipo de encuentros.

En el marco del dispositivo de seguridad desplegado para el partido, las autoridades también levantaron 21 actas de propuesta de sanción por infracciones a la Ley del Deporte 19/2007 y dos más por incumplimientos de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana 4/2015. Estas cifras reflejan un operativo amplio y exigente para garantizar la seguridad de los asistentes y la ciudadanía.

Este nuevo episodio de violencia en torno al fútbol pone de manifiesto la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y concienciar a los aficionados sobre el respeto y la convivencia en eventos deportivos. Las autoridades han reiterado su compromiso de perseguir y sancionar con firmeza cualquier comportamiento que ponga en riesgo la integridad de los ciudadanos y los cuerpos de seguridad.