Valencia bate récord histórico de conectividad aérea con más de 100 destinos este verano

Valencia vive este verano un momento histórico en su conectividad aérea, situándose como uno de los principales destinos turísticos y de negocios del Mediterráneo. El aeropuerto de Manises ofrece más de 100 destinos directos, con una capacidad total de 3,6 millones de plazas y la presencia de 37 aerolíneas, cinco más que el año anterior. Este incremento refleja una clara apuesta por la expansión y refuerza la posición de la ciudad en el mapa internacional.

Entre las novedades más destacadas figura el regreso de la conexión directa con Montreal, operada por Air Transat, que se reanuda tras más de una década y ha despertado gran interés en ambos lados del Atlántico. Además, se han incorporado enlaces con Reikiavik, Pescara, Poznan y Oslo, ampliando las opciones para turistas y facilitando la llegada de nuevos perfiles de visitantes con intereses culturales, de ocio y de negocios.

Este impulso supone un crecimiento del 4,3 por ciento respecto a 2024 y no solo busca aumentar el número de visitantes, sino atraer a un turismo de mayor calidad. La concejala de Turismo, Paula Llobet, ha subrayado que las nuevas rutas responden a un plan estratégico para captar viajeros que prolonguen su estancia, gasten más en la ciudad y contribuyan a un modelo sostenible que respete la identidad local.

La conexión con Montreal, con vuelos semanales desde junio, ha tenido una respuesta tan positiva que ya se estudia mantenerla en invierno a partir de 2026. Las búsquedas de vuelos desde la ciudad canadiense hacia València han crecido un 21 por ciento desde su anuncio, lo que la convierte en un eje clave para reforzar la proyección internacional de la capital del Turia y generar oportunidades económicas más allá del turismo.

Esta expansión de la conectividad aérea no es solo una buena noticia para el turismo, sino un paso firme hacia la diversificación económica de València. Las conexiones internacionales son la puerta de entrada para la inversión, el intercambio cultural y la llegada de eventos de gran formato que posicionan a la ciudad en el radar global. Mantener este crecimiento de forma sostenible será clave para que el impacto positivo se prolongue en el tiempo y beneficie a todos los sectores.

El reto ahora es equilibrar este impulso con la preservación de la calidad de vida de los residentes, garantizando que el desarrollo turístico se integre con la vida cotidiana de la ciudad. La conectividad es una herramienta poderosa, pero su éxito se medirá por cómo se traduzca en bienestar, empleo y proyección internacional sin sacrificar la esencia de València.