Como apasionado de los coches y seguidor de la saga The Fast and the Furious, he de decir que desde que Tokyo Drift iluminó las salas en 2006, quise ver algún día coches modificados haciendo drifting. La velocidad, el sonido de los motores y los coches modificados se volvieron una de mis mayores aficiones. Así que cuando supe que los FIA Motorsport Games 2024 se celebrarían en Valencia, no podía sentirme más emocionado. Además, tener la acreditación de la FIA por Voz Valenciana para cubrir el evento fue el privilegio soñado para cualquier amante de los deportes de motor. Este certamen ofreció un espectáculo increíble con disciplinas que van desde drift hasta rally, karting, fórmula 4 , GT entre otros. Fue una experiencia completa, un regalo para la comunidad valenciana, a la que la FIA y la SRO Motorsport permitieron disfrutar de estas disciplinas en su máximo esplendor.

Un evento que se celebró desde el 23 hasta el 27 de octubre, con una inauguración impecable en la Ciudad de las Artes y Ciencias, todavía sigo buscando muchas palabras para describir la emoción que vivimos esos días los amantes de los «super coches». Sin embargo, antes de que pudiera terminar el resumen completo de aquella semana, la ciudad de Valencia sufrió un golpe devastador. Apenas dos días después, el 29 de octubre por la tarde, una DANA –una Depresión Aislada en Niveles Altos– golpeó Valencia con una fuerza catastrófica. Para quienes no estén familiarizados, una DANA, conocida comúnmente como gota fría, es un fenómeno meteorológico que trae lluvias intensas y repentinas al separar una masa de aire frío en altura de las corrientes principales. En los últimos cuatro años, Valencia ha experimentado episodios similares en varias ocasiones, aunque pocos comparables a éste último.

Las consecuencias han sido estremecedoras. Comunidades como: Albal, Aldaia, Alfafar, Alaquàs, Benetússer, Beniparrell, Catarroja, Massanassa, Paiporta, Picanya y Sedaví quedaron aisladas entre un caos de escombros. Coches apilados, muebles destrozados, libros, ropa y recuerdos personales de tantos valencianos fueron arrastrados por las aguas, formando una barrera que impide el paso y deja incomunicadas a decenas de familias. Fue un golpe duro para la comunidad valenciana que además de perder cosas materiales, lleva una cifra de más de 210 muertos.

El día de hoy, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acudió a la zona afectada, pero no pudo quedarse mucho tiempo, pues se encontró con una población indignada por la lentitud de la respuesta oficial. Al mismo tiempo, el Rey Felipe VI decidió permanecer allí, escuchando las necesidades de quienes lo perdieron todo, mostrando empatía en un momento donde eso era lo mínimo que podía ofrecerse. Un miembro de su equipo de seguridad, incluso, resultó herido durante la visita, reflejo de la tensión y la tristeza palpables en las calles.

Valencia es una ciudad fuerte, y su gente ha demostrado en innumerables ocasiones una capacidad única para superar las adversidades. Ahora, enfrentamos una pérdida profunda que no se mide solo en términos materiales, sino también en el dolor compartido por lo que se ha perdido. Confío en que, con la ayuda de todos y el esfuerzo conjunto de los vecinos y las autoridades, pronto lograremos restaurar nuestra comunidad. Valencia es, por encima de todo, una ciudad de personas solidarias, unidas, que no dejarán a nadie atrás en estos momentos tan difíciles. Mi deseo es que, día a día, podamos ir sanando estas heridas, reconstruyendo lo perdido y recobrando una vida donde la tranquilidad y el bienestar regresen a nuestros hogares.